Do Menor Disminuido
- Pérez & Navarro
- 19 dic 2018
- 1 Min. de lectura
Llegaste y en mi cabeza comenzó a repetirse una dulce melodía. Cada día se sumaba algo nuevo; pequeños matices, brillos que se iban añadiendo. Y sin darme cuenta esa melodía empezó a formar parte de mí. Pronto, quise expresarme, gritarlo incluso, pero como siempre, no sabía qué decir. Fue entonces cuando mi guitarra empezó a hablar por mí. Soñaba con el día en el que enseñarte nuestra melodía y cantar contigo, o al menos hacerte sonreír, sacando a relucir esa brillantez que tanto envidian las estrellas. Pero no, de repente todos los matices de la melodía se difuminaron, las disonancias empezaron a atormentar mi cabeza y, cuando me quise recomponer, me cortaste las cuerdas. Y así me he quedado, mudo porque así me has dejado, y dolido porque te has ido.
Por KM.
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